El 16 de enero de 2017 se inició en Facebook un “debate” en una red llamada “opinión popular de Melilla” en el que se iniciaron toda una serie larga de expresiones que, en palabras del Juez y del Código Penal, se deben interpretar como que “públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra grupo, (…) por razón de su pertenencia a aquél por motivos racistas, (…), situación familiar, la pertenencia de sus miembros, a una etnia, raza o nación, su origen nacional, (…)”, es decir, incardinables en el artículo 510 del Código Penal, que prevé los delitos de incitación al odio.
Expresiones tales como “Tenemos q hacer limpieza en las calles con nuestros propios medios”, “ya sabemos que son cucarachas”, “si lo pillais no llameis a la policía una carias y listo”, “es cogerlo y a palos con ellos”, “están por todos los rincones como ratas, si, he dicho RATAS”, “después estan los defensores del pueblo o pobrecitos pobrecitos ni q mierda estoy hasta el coño señor@ssss no hay derecho a esto o salimos a dar palo nosotr@s o no vamos a arreglar (…) q se vayan a su puto pais a pasar hambre mana de cabrones», “En vez de dejarlos al otro lado de la vaya hay que tirarlos”, “solo nos queda tomar la justicia con nuestras manos”, “si voy en coche atropello al que sea, y como alguno se me acerque estando por la calle llevo encima un palo o lo que sea y se caga”, “Eso se solucionaba dando un día de ciudad sin ley.”, “darles una buena paliza a hostias limpias y luego se llama a la policía para que se los lleven, si lo haces al contrario encima se rien de ti”, “Nunca llames a la Policia después de darle una paliza, lo dejas por culakier sitio k es lo que se merecen esta gentuza”, y vertidas en la mencionada red social, son consideradas por el Juzgado como incardinables en el delito de incitación al odio.
En nuestro país, a pesar de la promulgación en la reforma del Código Penal en 2015 a partir de obligaciones internacionales, los tribunales están siendo parcos a la hora de iniciar procesos por este delito, dado que existe un conflicto evidente con el derecho a la libertad de expresión, conflicto, sin embargo, que ha sido resuelto por la jurisprudencia, como bien se argumenta en el auto del Juzgado.
El auto tiene una muy especial importancia y trascendencia, dado que el mismo hace referencia a expresiones en redes sociales en los que la gente pensaba que podía actuar con toda impunidad, es además en Melilla, una plaza especialmente sensible en este terreno, y la iniciativa de la denuncia ha partido de la Guardia Civil, lo cual demuestra un buen funcionamiento de esta institución en ese terreno.
Esperamos que cunda el ejemplo, y que otras muchas expresiones de odio que se leen de forma casi cotidiana en redes sean filtradas y perseguidas como corresponde.
Francisco Solans Puyuelo
Vicepresidente y Portavoz de la Asociación de Abogados Extranjeristas.